Sunday, January 29, 2006

Voy a aprobarlo todo


Anoche nevó en Granada. Esta mañana me he levantado temprano para estudiar, he abierto la persiana y me he encontrado la terraza cristalizada en nieve: el tendedero, las sillas, la mesa, un cojín que nos habíamos dejado olvidado fuera. He despertado a voces a mi compañera de piso y hemos desayunado rápido para salir a pasear antes de que el sol lo derritiera todo.
La ciudad entera ha salido a la calle a ver la Alhambra y los bosques, a subirse al mirador de San Nicolás y contemplar la ciudad y las montañas. La gente sonreía, un poco avergonzada, mirando bien donde ponía los pies para no resbalarse. Los niños se peleaban a bolazos por las esquinas mientras sonaban los clic clic de las cámaras digitales. En el mirador, unos cuantos perros corrían y se perseguían moviendo enloquecidos el rabo. Volviendo a casa, el sol derretía el hielo de los tejados, que nos caía a goterones en los hombros.
Una está en su casa estudiando, con el mundo reducido a lo que miden sus apuntes, pensando que algo grande y oscuro se la va a comer con patatas en cuanto pise con sus ignorantes pies cualquier aula examinadora. De repente, dios se sacude la cabellera y lo llena todo de caspa helada. Y esa misma niña aterrada de antes se pone leotardos debajo de los pantalones y sale a recorrerse Granada, bonita y triste, quieta bajo el hielo. Nieve sobre los carteles de las tiendas, sobre los barrotes de las ventanas del Albaycín, sobre las hojas muertas caídas en el suelo. Nieve que te recuerda que Idiota, La Vida Sigue, así que mete tu nariz en los libros, sí, pero recuerda que son veinte días, que después tienes memoria, amigos, trenes, risa, bares. Chocolate caliente, que os habéis tomado hoy al volver a casa sólo para que hiciera juego con la nieve del balcón; rosas secándose entre libros que te dicen que alguien te quiere; una gata naranja y perezosa que duerme todo el día para recordarte que nada en la vida es demasiado urgente.
Y un blog, y ganas de escribir que, aunque disimulen, siguen ahí, como una pompa de jabón reventándote detrás de la garganta. Y un puñadito de lectores, poquitos pero de calidad.
Bah, bah, bah, Me río yo de los exámenes.

1 comment:

Enzo Faquineto said...

mandarina es increible el articulo de granada, me encanta!!! vivo en el mirador de san nicolas y nunca he tenido la oportunidad de disfrutar de una instantanea como esa... es brutal!! te he descubierto hoy, y ya estoy encantao con lo que escribes. Sigue asi!!